miércoles, diciembre 03, 2008

Resucitando

Como el Ave Fénix de sus cenizas... Renazco este blog no para cubrir un hueco en la red, porque blogs hay miles de millones con contenidos más o menos interesantes, sino para compartir mis tonterías, majaronás y cosas variadas.
El otro día, pensando en contenidos para escribir aquí después de más de un año -vaya que si ha llovido- estaba mirando la ropa de mi armario y había algunas prendas, sobre todo camisas, que hace tela de tiempo que no me las pongo. Entonces pensé... ¿cuándo fue la última vez que me puse la camisa esta de rayas con parches? ¿Y ésa con unas rayas triangulares? ¿Tan efímera e insignificante es la vida de una prenda que ha compartido junto a mi piel juergas y juegas? Ésta es una de las preguntas chorras que se puede hacer uno observando el elenco de camisas de mi armario, pero hay otras más trascendentales, of course. ¿Te acuerdas de la última vez que viste a una persona importante para tí y que ya non está? ¿O la última vez que dijiste te quiero? ¿O que te dijeron te ai lov yu? A estas preguntas supongo que hay respuesta, pero no a las anteriores.
Moraleja: una camisa pasada de moda con la que te has sentido el más guay de Generatriz, el Ébano, el Alambique o el Área Sacra es algo insignificante. Ya puedes salir desnudo a la calle o echo un gentuzo que eso con el tiempo te dará igual, aunque te haya costado muy cara porque es una marca que se lleva ahora (viva eBay xD), pero la gente y lo que se siente o se ha sentido por ellas no se queda olvidada en un armario que tu madre quiere aligerar de ropa.